Si estás por salir de vacaciones, o se acerca un fin de semana largo y armaste programa viajero con tus amigas, no podés perderte todos estos tips para que tu valija esté ordenada, lleves lo justo y no te falte nada.
Antes de empezar a empacar hacete algunas preguntas: a dónde vas, qué actividades vas a tener, qué tipo de salidas vas a hacer, y -por supuesto- qué clima se anuncia para esos días en tu destino. Ahora sí, ¡empecemos!
Todo tiene que combinar con todo. Elegí un par de tonos que abunden en tu placard y se lleven bien juntos (violetas y verdes, rojos y negros, beige y azules). El objetivo es disminuir la cantidad de equipaje sin afectar nuestro vestuario.
¡Tranquila! No se trata de vestir todos los días igual: el toque está en los accesorios que acompañen cada cambio de look: llevá opciones diferentes y divertidas para cada salida.
Zapatos. La cantidad ideal son tres pares: unas zapatillas bien cómodas y cancheras; unas chatitas básicas, a las que les puedas sacar el jugo tanto de día como de noche; y un par de botas con algo de taco por si surge alguna salida más importante.
Una vez que tenemos todo nuestro equipaje elegido, lo que resta es empacar. Pero ¿cómo? Existen algunos trucos para que tu ropa llegue impecable y lista para usar.
En el fondo, ropa de blanco: sábanas, toallas, camisón o pijama. Inmediatamente después van los pantalones: se colocan dos a lo largo y en dirección contraria, de manera que queden las botamangas colgando fuera de la valija, una de cada lado.
La siguiente capa, polleras y pantalones cortos -como shorts o bermudas-. A continuación, suéteres o buzos bien estirados, y remeras dobladas.
Se termina la tarea abrazando la ropa con las botamangas de los pantalones.
Para amortiguar el típico movimiento del viaje que revuelve la ropa, conviene rellenar los espacios vacíos. Por eso el lugar que suele quedar a los lados de la valija se ocupa con ropa interior, medias, pañuelos y pashminas. Unas cuantas bolsas de nylon sirven también para ocupar huecos, y serán muy útiles a la hora del regreso para separar la ropa sucia o guardar prendas que estén húmedas.
Si llevás algún cinturón, colocalo extendido alrededor de las paredes de la valija. Podés envolver la hebilla en papel de seda para que no estropee otras prendas.
Los zapatos, mejor si van en otro equipaje. Pero si tenés una sola valija, colocalos en bolsas de plástico y rellenos con bollitos de papel para evitar que se deformen. Un zapato por bolsa, los podés ir ubicando con la suela hacia afuera.Un último consejo: empezá a armar el bolso tres días antes. Planificar con tiempo te dará el margen suficiente para repensar algunos conjuntos y resolver cualquier imprevisto.